El equipo está instalado en Linz desde ayer y esta mañana ingresó en la etapa más dura de la pretemporada: hicieron trabajos de fuerza y resistencia. Mientras, el Coco Basile espera novedades por Rosada. El lunes (a las 14) será el tercer amistoso, ante el Lask.
Desde que Boca llegó a Austria no para de trabajar. Ayer se instaló en Linz y trabajó por la tarde, y esta mañana el plantel que conduce Alfio Basile se movió bajo las órdenes del profe Carlos Dibos, en la etapa más dura para los jugadores: fuerza y resistencia. Encima por la tarde habrá otro turno.Bien temprano, en la mañana de Austria, los jugadores arrancaron el día a pura exigencia. Los trabajos físicos estuvieron a la orden del día y sólo Gary Medel pudo zafar ya que volvió a entrenar diferenciado por una molestia.
El plantel fue dividido en tres grupos para realizar trabajos de fuerza y resistencia, en los cuales tuvieron que correr con sogas y saltar distintos bancos. De esta manera, tuvieron que transpirar con los distintos trabajos de postas en el verano austríaco.
Por su parte, los arqueros fueron sometidos a un trabajo específico donde debieron responder a los incesantes peloteos en uno de los arcos del campo de entrenamiento.
La puesta a punto física y futbolística es el gran cometido de un plantel que se prepara para el duelo del lunes (a las 14 ante el Lask local). Será el tercer enfrentamiento de la gira.